¿Existe el tiempo? N.2
Solo vemos el pasado: nuestro cerebro no procesa las imágenes en tiempo real
Un nuevo estudio demuestra el cerebro necesita hasta 15 segundos para procesar las imágenes que recibe, por lo que nos muestra las que tenía almacenadas
Puede parecer extraño, pero el presente es imposible de observar. Cuando miramos a algo, o a alguien, no lo vemos tal y como es en el momento presente, sino con un desfase temporal que aumenta con la distancia, de modo que cuanto más lejos estemos de lo que estemos mirando, más atrás lo veremos en el tiempo.
Esto es así por la sencilla razón de que la velocidad de la luz no es infinita, sino que tarda un tiempo en recorrer cualquier distancia, por pequeña que ésta sea.
Por eso, cuando miramos algo, lo que vemos en realidad son los fotones de luz que se reflejan en sujetos y personas, viajando hasta nuestra retina y produciendo un estímulo que crea imágenes en nuestro cerebro.Y vemos las cosas no como son en el presente, sino tal y como eran cuando esos fotones iniciaron su viaje hacia nosotros. Para los objetos o personas de nuestro entorno, la diferencia temporal es mínima, de apenas unas mil millonésimas de segundo, pero si observamos estrellas lejanas, o galaxias, esa diferencia temporal aumenta hasta convertirse en miles, millones o, para los objetos más lejanos, incluso miles de millones de años.
Se trata de una simple cuestión de física, pero ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de California en Berkeley acaba de asestar un nuevo y duro golpe a nuestra definición de realidad, confirmando que lo que vemos no es más que una ilusión del pasado. Y es que nuestro cerebro es 'demasiado lento' para procesar en tiempo real la enorme cantidad de estímulos visuales que recibe continuamente, de modo que no nos muestra la última imagen en tiempo real, sino una versión anterior de la misma. Su tiempo de actualización, según explican los científicos en ' Science Advances ', es ni más ni menos que de 15 segundos.
El trabajo se suma al creciente cuerpo de estudios sobre el mecanismo que hay detrás del llamado 'campo de continuidad', una función de percepción en la que nuestro cerebro fusiona lo que ve de manera constante para darnos una sensación de estabilidad visual. En palabras de David Whitney, coautor del estudio, «si nuestros cerebros estuvieran siempre actualizándose en tiempo real, el mundo sería un lugar irritante, con constantes fluctuaciones de sombras, luces y movimiento, y sentiríamos que alucinamos todo el tiempo».
Pero en lugar de eso, explica el autor principal de la investigación, Mauro Manassi, «nuestro cerebro es como una máquina del tiempo. Sigue enviándonos atrás en el tiempo. Es como si tuviéramos una aplicación que consolida nuestra entrada visual cada 15 segundos en una impresión para que podamos manejar la vida cotidiana».
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