7-El Karma de Elías y la Cabeza de Juan
La Reencarnación y el Nuevo Testamento. Por. Milton Alonso Granados.
Ministerio del Evangelio Eterno del Principio y Fin de los Siglos, Inc
- El Karma de Elías y la Cabeza de Juan. (Jueces 9:1-57)
La ley de justicia divina o ley del equilibrio ha determinado que según nosotros hagamos nos será hecho, muchas veces pensamos ¿Pero y porque esa persona tiene una mala conducta y le va bien? Y yo que trato de hacer las cosas bien me va mal.
La buena noticia es que de este mundo material nadie se va sin recibir su justa paga, o dicho en palabras de Jesús: "con la medida con que medís, os será medido.” Marcos 4:24.
El Karma, es la ley de la causa y el efecto, es la ley del equilibrio; también se le conoce como “el espíritu de justicia”.
No existe en todo el universo un efecto o resultado que no se haya generado o comenzado en una acción. Los árboles, el aire que respiramos y nosotros mismos somos el resultado de una acción.
El Karma, siendo energía es causa y efecto, y por tanto constituye la ley que rige la Vida. La Biblia establece en el Génesis este principio como la primera ley de género, semilla y multiplicación creada por Dios.
Produzca semilla según su género y según su naturaleza. Génesis. 1:11,12.
Esta enseñanza que está claramente definida a través de toda la biblia y enseñada tanto por Jesús como por el apóstol Pablo entre otros.
Cuando llegó el momento del arresto de Jesús, Pedro (Juan 18:10) se apresuró a sacar la espada y Jesús le dice: "Vuelve tu espada a su lugar; todos los que tomen espada, a espada perecerán".
Esta enseñanza nos ayuda a entender que si hemos hecho mal cosecharemos mal y si estamos recibiendo mal, pero hemos sembrado correctamente, entonces cosecharemos el bien. La gran verdad es que no existe la injusticia, todo lo que recibimos en esta vida sea bueno o malo tiene una causa o razón de ser.
2 Corintios 5:10-Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.
Gálatas 6:7-No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará. 8-Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; más el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
- Vosotros no sabéis de qué espíritu sois.
En Lucas se son relata sobre como Jesús queriendo hacer preparativos para subir a Jerusalén es rechazado por los samaritanos. Ante esto, Jacobo y Juan dijeron: ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, COMO hizo ELÍAS, y los consuma? Jesús al oír semejante petición les reprende y les dice: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois.
Lo que Jesús quiere decirles a ellos es ustedes no saben de dónde vienen o no saben cuál es el espíritu que habita en ustedes.
Este dilema es uno de los inconvenientes más grandes del hombre, el no tener memoria de nuestro pasado y no conocer o ignorar nuestro origen viene a ser un vacío o inconveniente. Ellos, al desconocer su identidad querían hacer descender fuego como si el espíritu de Elías habitara en ellos, pero ellos no eran ni Elías, ni tampoco Juan.
Lucas 9:54-Viendo esto sus discípulos Jacobo y Juan, dijeron: Señor, ¿quieres que mandemos que descienda fuego del cielo, COMO hizo ELÍAS, y los consuma? 55-Entonces volviéndose él, los reprendió, diciendo: Vosotros no sabéis de qué espíritu sois.
Lo mismo que le sucedió a Jacobo y a Juan también le sucedió a Nicodemo. Nicodemo quería saber acerca del nuevo nacimiento en el reino o nuevo nacimiento celestial y Jesús le dice: “tienes que nacer de nuevo.”
Ante esta afirmación Nicodemo pregunta: ¿Cómo puede hacerse esto? Y Jesús le responde: (Septuaginta) Juan 3:8-El espíritu, donde quiere, espira, y su voz oyes, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va; así es todo el que ha nacido del espíritu».
Básicamente lo que Jesús le dice a Nicodemo es: El espíritu viene y va, el espíritu espira o pasa de una vida a otra y no sabes de donde viene o a donde va.
En resumen, el nuevo nacimiento es una forma establecida por Dios para alcanzar nuestra preparación espiritual de tal manera que finalmente seamos nacidos al reino de Dios a través del Espíritu.
Los discípulos de Jesús no sabían de qué espíritu eran, Nicodemo a pesar de ser maestro no terminaba de entender cuál era su posición espiritual y como alcanzar el nacimiento final del Espíritu hacia la eternidad.
Juan 3: 9-Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? 10-Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? ¿Cómo puede hacerse esto? 12-Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales?
- El Juicio de justicia del profeta Elías en Juan.
En el encuentro que Elías tuvo con los profetas de Baal, el relato bíblico nos dice que en respuesta a la oración de Elías descendió fuego del cielo que consumió los sacrificios.
Los 450 profetas de Baal al no tener respuesta a sus oraciones, no les quedó más que aceptar su derrota; lo interesante aquí, es que, en lugar de intentar atraer a los profetas hacia una conversión, Elías decide córtale a todos y cada uno de ellos su cabeza.
1 Reyes 18:40-Entonces Elías les dijo: Prended a los profetas de Baal, para que no escape ninguno. Y ellos los prendieron; y los llevó Elías al arroyo de Cisón, y allí los degolló.
Ahora, no olvidemos que el regreso de Elías había sido una promesa que habría de cumplirse antes del regreso o manifestación del Cristo.
Juan siendo la voz que clama en el desierto y aquél que vestía con vestido de piel y cinto de cuero no era otro más (según Jesús) que el Elías que habría de venir.
Quizá muchos de nosotros nos hemos preguntado: ¿Pero porqué Dios permitiría que a su siervo le cortaran la cabeza? Bueno amados, si antes no sabíamos, ahora lo entendemos. La justicia divina y la ley del equilibrio debe de compensar todas nuestras obras, y lo que Herodes estaba haciendo sin saberlo, no era más que un servicio de compensación para Elías.
Mateo 14:9-Entonces el rey (Herodes)…10…ordenó decapitar a Juan en la cárcel. 11-Y fue traída su cabeza en un plato.
Por. Milton Alonso Granados.
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