Preexistencia de TODAS las Cosas.(Principio y Fin de los Siglos.) N.4
Por. Milton Alonso Granados.
Ministerio del Evangelio Eterno del Principio y Fin de los Siglos.
La eternidad, el principio y fin de los tiempos.
El Misterio Escondido de los Siglos. Efesios 3:9
Preexistencia de todas las cosas.
Colosenses 4. 3orando
también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la
palabra, a fin de dar a
conocer el misterio de Cristo, por el cual
también estoy preso, 4para que lo manifieste como debo
hablar.
Efesios 6. 18orando
en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu…19y por mí,
a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con
denuedo el misterio del
evangelio,
20por
el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
¿Cómo 1explicar
lo inexplicable; Aquello para lo que la mente humana no ha sido programada para
comprender; ¿Aquello que solo el Espíritu puede revelar? Tratar de explicar el
secreto o misterio de Cristo y su evangelio había sido la causa directa de las
cadenas al apóstol Pablo. ¿Qué decir, cómo y cuándo? ¿Cómo poder salvar a
incrédulos y 2creyentes a través de la locura de un
mensaje divino fuera de lo tradicional? ¡Esta era; y no otra la gran
preocupación del apóstol!
Este mensaje sería capaz de 3ejercitar
los sentidos espirituales a tal extremo que el creyente no debería de tener
dificultad de descubrir, “el ángel que hay en él.” Y todo esto, a través de la
renovación de su entendimiento por medio del cual redescubre o despierta en sí
mismo el entendimiento en el misterio de conocerse a sí mismo ¡tal cual fue
conocido! I
Corintios 13:9-12; Hechos 26:16; 2 Corintios 3:12-18.
Tomados de la mano del 4apóstol
de nuestra fe –Nuestro Señor Jesucristo-, volveremos a 5la
eternidad; desde donde descenderemos un corto instante, hasta el principio de
los tiempos. Inmediatamente, retornaremos al presente siglo, desde donde en el
espíritu de nuestra mente viajaremos hasta alcanzar nuevamente la consumación,
fin de los tiempos o eternidad. O, dicho en otras palabras; el que una vez
fuera nuestro hogar. ¿Acaso no venimos de Dios? Y por supuesto que usted
estará de acuerdo en que el cielo es la gran casa ¡del Padre de los espíritus! Hebreos 12:9. èEclesiastés
12. 7…y el espíritu vuelva a
Dios que lo dio.
12 Co. 12:1-4; I Co. 2:13, 14. 2I
Co. 1:21. 3Hebreos 5:14. 4Hebreos 13:1. 5Job 10:11,12; 34:4,21;
Hebreos 2:14; Romanos 8:29; Efesios 1:4,5; 2 Timoteo 1:9; San Juan 6:44,45;
Tito 1:2.
Por tanto, al Rey de los
siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos.
Amén. I Timoteo 1:17
- Preexistencia de Jesús el Cristo.
A Entonces le dijeron los judíos: Aún no tienes cincuenta años, ¿y has visto a Abraham? Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy. Tomaron entonces piedras para arrojárselas. San Juan 8:57-59. R.8:9; IP.1:11.
Quisiera agregar (eternamente hablando) que: Así como en el caso de nuestro Señor Jesucristo, “no vino a existir” puesto que Asu espíritu, -1al igual que el nuestro- ya venía desde un más allá o eternidad. Del mismo modo, el drama humano no tuvo su inicio con Adán; sino por el contrario. BLo que aquí experimentamos, no es más que un síntoma o manifestación de “lo que desde atrás ya se venía dando”. La Palabra nos da muestra de esto cuando declara que: Todo lo que se ve 2proviene o es producto de lo que no se veía. Por ejemplo: El Edén fue plantado, como quien trae un arbolito y después de haber decidido donde plantarlo, va y lo siembra en su lugar. También, la Jerusalén de abajo es copia o símbolo de la Jerusalén de arriba. Etc.
BEclesiastés 1. 10 ¿Hay algo de que se puede decir: ¿He aquí esto es nuevo? Ya fue en los siglos que nos han precedido… 9 ¿Qué es lo que fue? Lo mismo que será. ¿Qué es lo que ha sido hecho? Lo mismo que se hará; y nada hay nuevo debajo del sol.
Evidentemente la palabra preexistencia –al igual que en nuestros días- no formaba parte del diccionario teológico judío. Razón por la que, al no entender, no pudieron más que manifestar su ira con gran repudio y enojo.
Sin duda que algunas afirmaciones por haber estado 3selladas hasta los tiempos del fin podrían -al igual que ayer- ser objeto del menosprecio y enojo por parte de la gran mayoría.
Es importante aclarar que en ningún modo la preexistencia está relacionada con la reencarnación. ¡Cierto es que tendremos un nuevo cuerpo! Pero por supuesto la gloria de este será bastante diferente que el que actualmente tenemos.
I Corintios 15:39,40.
1Eclesiastés 12:7; Job 10:11,12; 34:4,21; Hebreos 2:14; Romanos 8:29; Efesios 1:4,5; 2 Timoteo 1:9; San Juan 6:44,45; Tito 1:2. 2Hebreos 11:3; Génesis 2:8; Gálatas 4:25,26. 3Daniel 12:4, 9,10; I Corintios 2:1-16; Efesios 3:1-16; Hechos 7:51,54-60.
Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender. I Corintios 2:14 I Corintios 1:21; Colosenses 4:3; Ef.6:18-20.
La eternidad, el principio y fin de los tiempos.
El Misterio Escondido de los Siglos. Efesios 3:9
- ¿Nuestra Preexistencia; ¿Fábula o Realidad?
Colosenses 4. 3orando también al mismo tiempo por nosotros, para que el Señor nos abra puerta para la palabra, a fin de dar a conocer el misterio de Cristo, por el cual también estoy preso, 4para que lo manifieste como debo hablar.
Efesios 6. 18orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu…19y por mí, a fin de que al abrir mi boca me sea dada palabra para dar a conocer con denuedo el misterio del evangelio, 20por el cual soy embajador en cadenas; que con denuedo hable de él, como debo hablar.
¿Cómo 1explicar lo inexplicable; Aquello para lo que la mente humana no ha sido programada para comprender; ¿Aquello que solo el Espíritu puede revelar? Tratar de explicar el secreto o misterio de Cristo y su evangelio había sido la causa directa de las cadenas al apóstol Pablo. ¿Qué decir, cómo y cuándo? ¿Cómo poder salvar a incrédulos y 2creyentes a través de la locura de un mensaje divino fuera de lo tradicional? ¡Esta era; y no otra la gran preocupación del apóstol!
Este mensaje sería capaz de 3ejercitar los sentidos espirituales a tal extremo que el creyente no debería de tener dificultad de descubrir, “el ángel que hay en él.” Y todo esto, a través de la renovación de su entendimiento por medio del cual redescubre o despierta en sí mismo el entendimiento en el misterio de conocerse a sí mismo ¡tal cual fue conocido! I Corintios 13:9-12; Hechos 26:16; 2 Corintios 3:12-18.
Tomados de la mano del 4apóstol de nuestra fe –Nuestro Señor Jesucristo-, volveremos a 5la eternidad; desde donde descenderemos un corto instante, hasta el principio de los tiempos. Inmediatamente, retornaremos al presente siglo, desde donde en el espíritu de nuestra mente viajaremos hasta alcanzar nuevamente la consumación, fin de los tiempos o eternidad. O, dicho en otras palabras; el que una vez fuera nuestro hogar. ¿Acaso no venimos de Dios? Y por supuesto que usted estará de acuerdo en que el cielo es la gran casa ¡del Padre de los espíritus! Hebreos 12:9. Eclesiastés 12. 7…y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.
12 Co. 12:1-4; I Co. 2:13, 14. 2I Co. 1:21. 3Hebreos 5:14. 4Hebreos 13:1. 5Job 10:11,12; 34:4,21; Hebreos 2:14; Romanos 8:29; Efesios 1:4,5; 2 Timoteo 1:9; San Juan 6:44,45; Tito 1:2.
Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. I Timoteo 1:17
La eternidad, el principio y fin de los tiempos.
Aclarando el Misterio Escondido de los Siglos. Efesios 3:9
- Nuestra Preexistencia; ¿Fábula o Realidad?
¿Usted cree? ¿Y por qué no? ¡Quizá! Bueno, antes de darme su respuesta analicemos primeramente el siguiente cuadro o ventana a la eternidad que, como un ticket de viaje, nos transporta hasta: “El antes, principio y fin de los Siglos.” Notemos pues, el orden en que se han prestado tales acontecimientos.
1-Eternidad Antes de la fundación del mundo. Antes de los tiempos. O, antes del principio de los siglos” (Efesios 1:4; 2 Timoteo 1:9; Tito 1:2; I Corintios 2:7).
* El cielo se agita, la familia de los cielos es dividida (Efesios 3:14,15), la mancha de pecado se extiende (Isaías 14: 9-17; Ezequiel 28:12-19; Apocalipsis 12:4; Lucas 10:18; Génesis 1:1,2) El plan maestro es trazado y puesto por misericordia en marcha (1 Pedro 1:19,20; Juan 3:16) por el Padre de los espíritus (Hebreos 12:9) de quien toma nombre toda la familia (KJV-BA) en los cielos y en la tierra. (Efesios 3:15).
2-Creación visible. (Hebreos 11:3). El hombre es plantado en el Edén. (Génesis 2:4-8) Y cubierto de carne y sangre. Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él participó de lo mismo. Hebreos 2:14.
* El principio de los Siglos toma lugar y somos vestidos de carne (Job 10:11,12), por lo que venimos a existir como criaturas limitadas por el tiempo y la materia.
3- Tiempo presente o Siglo malo (Gálatas 1:4).
* Por no ser hijos de este Siglo (Lucas 16:8; 20:34-38; 2 Timoteo 1:10), fuimos rescatados de él y por medio de la renovación de nuestra mente somos transportados en resurrección (Ef. 2:6; Col.2:12; 3:1) hasta el venidero. (Ro.12:2; Heb. 6:5; Col. 3:10; 1:13)
4- Tiempos de la restauración de todas las cosas. (Hechos 3:21,24)
* La profecía del AT tiene una consumación espiritual presente en la iglesia (V.24) y una consumación futura…así la profecía bíblica se ha cumplido y, al mismo tiempo, aún está por cumplirse. El reino de Dios es tanto para hoy como para mañana.
Biblia Plenitud. Pg.1393.
*Los juicios divinos ya han sido ejecutados sobre la cruz en Cristo Jesús (Malaquías 4:5,6; Mateo 17:10-13; Juan 9:39; 12:31; 16:11; Romanos 5:16), los cielos y tierra son unidos nuevamente. Efesios 1:9,10; Colosenses 1:20.
5-Nuevamente eternidad. Reconciliación de todas las cosas, “Consumación de los siglos” (Hebreos 9:26; 1 Corintios 10:11,12). Dispensación del cumplimiento de los tiempos (Efesios 1:10) O, Siglo venidero (Hebreos 6:5).
La eternidad, el principio y fin de los tiempos.
Aclarando el Misterio Escondido de los Siglos. Efesios 3:9
- Vestidos de Piel. Hebreos 2:14; Job 10:11.
2-Creación visible. (Hebreos 11:3). El hombre es plantado en el Edén (Génesis 2:4-8). Y cubierto de carne y sangre. Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él (Jesús) participó de lo mismo. Hebreos 2:14.
Con Adán, el principio de los Siglos finalmente ha toma lugar; ahora en este nuevo escenario nos encontramos siendo vestidos o participando de carne y sangre, por lo que en esta dimensión material “hemos venido a existir como criaturas limitadas por el tiempo y la materia”.
Ecles. 12.7y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio.
El ser humano es un espíritu; nuestro espíritu procede de Dios. O sea, de la casa de Dios; ¡Esto es el Cielo! Nuestro espíritu no vino a existir. Nuestro ser espiritual ya existía antes de “Los tiempos de los Siglos o fundación del mundo”
Efesios 1:4; 2 Timoteo 1:9; Tito 1:2; I Corintios 2:7.
Ecles. 12.7y el polvo vuelva a la tierra, como era, y el espíritu vuelva a Dios que lo dio
Job 38. 1Entonces respondió Jehová a Job…y dijo: 2¿Quién es ése que oscurece el consejo con palabras sin sabiduría? 3Ahora…Yo te preguntaré, y tú me contestarás. 4¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si tienes inteligencia... 21¡Tú lo sabes! Pues entonces ya habías nacido, Y es grande el número de tus días. Véase San Juan 8:57-59; Juan 6:44,45,66.
Ese espíritu al ser vestido con carne llega a ser participe o unido a un alma (o asiento de las emociones) que forma parte inseparable tanto de nuestra experiencia terrenal como celestial. (Salmos 103:1-5). En otras palabras, cuando Dios puso el aliento de vida (espíritu) al polvo o barro que formó (2 Corintios 4:7), entonces por llegar a tener un alma, se nos llama *alma viviente; queriendo esto decir que fuimos capacitados para funcionar dentro de esta nueva dimensión terrenal (Job 32:8). *Reina-Valera 1909.
En cuanto el aliento de vida…entro en contacto con el cuerpo del hombre, tuvo origen el alma, de ahí que el alma es la combinación del cuerpo y el espíritu del hombre. Editorial Clie. Watchman Nee. El hombre espiritual. Tomo I. Página 25.
Me vestiste de piel y carne, y me tejiste con huesos y nervios. Vida y misericordia me concediste, y tu cuidado guardó mi espíritu. Job 10:11,12.
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