El Divorcio en el Antiguo y Nuevo Testamento. N. 3
La dureza del
Corazón y la Excepción.
Por. Milton Alonso Granados.
El divorcio en el Antiguo Testamento.
Las causas de divorcio eran
muchas y muy variadas dentro de la extensa lista algunas por ejemplo son:
1) Sí se les quemaba el pan. 2) Por echarle mucha sal a la comida. 3) Por
tratar mal a los padres del esposo. 4) No ser buenas amas de casa. 5) Encontrar
una mujer más atractiva etc.
Como fácilmente podrá notar el
hombre constantemente cometía abusos despidiendo o divorciándose de su mujer
por casi cualquier cosa. Es precisamente
dentro de este marco que Jehová da instrucciones para regular el divorcio a
solamente por causa de haber hallado el hombre en su mujer “alguna cosa
indecente.” Deuteronomio 24:1-4.
El significado preciso de la frase (alguna cosa indecente) es incierto y
consecuentemente era tema de acalorados debates rabínicos sobre el tema. No se refería a
adulterio puesto que este era castigado con la muerte y no con el divorcio. Levíticos 20:10; Deuteronomio 22:22-24. La esposa que por esta única causa
era rechazada se despedía con una “carta de divorcio” que de acuerdo con la
*Mishna. Las palabras esenciales de tal
documento son: “He aquí eres libre para casarte con cualquier hombre.”
* Colección
(iniciada por el rabino Yehuda) de prácticas y tradiciones extrabíblicas. NDBI
PG.769.
El esposo que
se había divorciado mediante carta, una vez que la mujer hubiera contraído
nuevo matrimonio tenía prohibido volver a tomarla nuevamente.
Dos posibles explicaciones
podrían aclarar este asunto:
·
El propósito
de esta ley era disuadir del divorcio apresurado prohibiendo para siempre al
hombre que se divorciaba de su mujer tomarla de nuevo; debiendo así el marido
pensárselo dos veces antes de iniciar tal separación.
·
También
es importante considerar que la ley considera el segundo matrimonio como
perfectamente legal, teniendo entonces como propósito proteger y estabilizar el
segundo matrimonio al prohibir la restauración del primero.
La dureza del Corazón y la Excepción.
Por. Milton Alonso Granados.
Jesús y El divorcio. Mateo
19:3-10.
Ø (No para personas que han sido
verdaderamente UNIDAS por Dios en matrimonio)
Entonces
vinieron a él los fariseos, tentándole y diciéndole: ¿Es lícito al hombre
repudiar a su mujer por cualquier causa? V.3.
Los dos principales intérpretes rabínicos diferían
en cuanto al divorcio. Hillel lo permitía por cualquier cosa que desagradara al
esposo; Shammai solamente por la infidelidad. Aquí la enseñanza de Jesús está
más cerca de la de Shammai.
Pero Jesús va más allá de la ley para enfatizar la intención original
de Dios hacia el matrimonio la cuál es un hombre para una mujer unidos
divinamente, por tanto, inseparables por el hombre. V.4-6.
¿Por qué, pues, mandó Moisés dar
carta de divorcio, y repudiarla? Él les dijo: Por la dureza de vuestro corazón
…más al principio no fue así. Vs.7, 8.
El divino plan al cuál Jesús hace
referencia tendría su cumplimiento en sí mismo, ya que es por medio de él que
todas las cosas son restauradas según el modelo celestial. Hechos 3:21. Sin embargo, a
causa de la dureza de corazón del hombre y como un acto de misericordia
hacia la parte *afectada, aborrecida y entre otros muchos casos hasta
maltratada; Dios permitió a través de su siervo Moisés la práctica ya
establecida del divorcio. *(generalmente ha sido la mujer)
¿Prohibiría Jesús en el nuevo pacto bajo la gracia,
lo que el pesado yugo de la ley permitió? Ciertamente No.
Y de haberlo
hecho, cosa que no fue así ¿Sería que la condición del hombre, en cuanto a la
dureza de corazón a mejorado antes de empeorar? Definitivamente no.
¿Debería una
pareja que ya no se quieren y que por tanto se han divorciado o separado en su corazón
-con todo y sus rencores y pleitos- continuar juntos hasta la muerte?
La dureza del Corazón y la Excepción.
Por. Milton Alonso Granados.
Jesús y El divorcio. Mateo 19:3-10.
Y yo os digo que cualquiera que
repudia a su mujer, SALVO por causa de fornicación (porneía), y se
casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera. V.9
Inmediatamente Jesús entra a
sancionar la práctica indiscriminada y ampliamente aceptada por la sociedad
judía de entonces y señala a uno de los dos; Hombre o mujer como responsable. En este caso si la mujer era infiel,
entonces sería ella y no el hombre el responsable del divorcio(o-viceversa), liberando al hombre de toda
responsabilidad y sus consecuencias, dejándole libre para contraer
nuevo matrimonio sin causar adulterio.
Al aclarar el significado de la
frase “alguna cosa indecente o inmoral” (Deut. 24 :1) con su similar “porneía,” Jesús se está presentando
en contra de la enseñanza ampliamente difundida (por el rabino Hillel) y aceptada por los judíos.
Pero
también Jesús y posteriormente el apóstol Pablo apeló al modelo divino del
matrimonio dejando claro que esta excepción reclamada por Shammai tampoco
alcanzaba el ideal divino. Por lo tanto, sería permitida solo para quienes
son regidos por el modelo de la Ley y no para quienes han sido unidos por el
Señor en matrimonio. 1 Corintios 7:10,11.
¡El adulterio para el creyente no debe ser tomado
como base para el divorcio, pero sí para el perdón!
La fornicación (gr.pornéia) es una expresión que define
claramente cualquier desviación de
las normas bíblicas establecidas para la actividad sexual. Incluye el
adulterio o cualquier clase de inmoralidad sexual; por lo tanto, se ha de
permitir el divorcio cuando hay implicaciones de inmoralidad sexual.
Aunque el divorcio es una tragedia,
la infidelidad conyugal es un pecado tan cruel contra el conyugue, que
Cristo declara que la persona inocente tiene derecho a terminar el matrimonio
mediante el divorcio basado en el adulterio y queda en libertad de casarse.
Al no
significar pornéia adulterio, ya que la palabra utilizada para adulterio
es moicheía. Se ha sugerido que Jesús eligió el término más amplio porneía
a fin de permitir el divorcio basado en cualquier irregularidad sexual,
incluido el adulterio. Ciertamente este es un término general que podría
interpretarse de varias formas, por ejemplo, adulterar un pacto o compromiso de
amor y respeto, aunque no tiene una relación de contacto sexual, si afecta toda
la sexualidad y el mundo interior de la pareja y su relación de uno con el otro.
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