Los 2 Evangelios. Parte N.1
Por. Milton Alonso Granados.
& AT.ÃEl evangelio a Israel. &Vð NT. &ÄEl evangelio gentil de la gracia de Dios.
·
El Galileo, y el mensaje del Reino.
Es innegable que
desde los principios de la era cristiana se presentaron serios embates sobre
como preservar pura la fe desde un punto de vista doctrinal. También me llama
la atención sobre cómo el apóstol Pedro, reconoce con gran humildad el hecho de
que dentro de los escritos paulinos existen algunas cosas que aún para él
–quien era considerado cabeza de la iglesia judía- le eran difíciles de
entender.
2 Pedro 3.15…como
también nuestro amado hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito, 16casi en todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales hay
algunas difíciles de entender.
Desde el
principio, existieron dos propuestas
bastante influyentes dentro del mundo cristiano; una que inspirada en el
ejemplo de Jesús de Nazaret invitaba con ardor a seguir el ejemplo del Dios que
en su humillación se hizo carne y que como buen judío se hizo 1siervo de la ley; guardando para esto todo tipo de costumbres, ritos y símbolos
consistentes en *abluciones (limpieza del
pecado o purificación a través 2del lavado con
agua) y ordenanzas acerca de la carne, que
como sombra señalaban el camino a
las riquezas de los bienes que habríamos de recibir después de la muerte y
resurrección de nuestro Señor Jesús. *Véase bautismo
en aguas Vs. Bautismo del Espíritu Santo.
No podemos olvidar
que Jesús como buen judío practicó fielmente las obras de la ley y cada uno de los
mandamientos y ritos establecidas bajo el sistema antiguo de culto Mosaico. Culto
que se sustentaba en figuras y símbolos
los que por cierto fueron impuestas sólo 3hasta que el Nuevo Pacto fuese
ratificado en su sangre, ¡y por fin el tiempo de reformar todas las cosas
llegará a través de su resurrección y del reinado de su Espíritu sobre la Iglesia.
1Mateo 5.17No
penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para
abrogar, sino para cumplir. 18Porque de cierto os
digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde
pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. 19De manera que cualquiera que quebrante uno de
estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres, muy pequeño será
llamado en el reino de los cielos.
2Juan 2. 6Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de
la purificación de los judíos.
3Hebreos 8. 5los
cuales sirven a lo que es figura y
sombra de las cosas celestiales…13Al decir: Nuevo pacto, ha
dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo
a desaparecer. Ahora bien...(9) 1el
primer pacto tenía ordenanzas de culto
&AT.ÃEl evangelio a Israel. &Vð NT. &ÄEl evangelio gentil de la gracia de Dios.
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¿Qué tanto de este culto y evangelio de la ley debería
ser observado por el cristiano el día de hoy?
Esta fue, y sigue siendo –después de tanto tiempo- la gran incógnita
que en la mente de muchos creyentes sigue sin contestar. En resumen, basta
decir, que a los ojos del apóstol Pablo la Iglesia gentil corría el inminente
peligro de ser “1judaizada y por
tanto 2esclavizada bajo el
sistema ritual y de obras de la ley establecido específicamente para el pueblo
de Israel.”
El asunto no era sencillo puesto que aquella amenaza
no provenía de alguno de aquellos líderes que apuñaron seguidores sobre sí como
Teudas o Judas el Galileo (Hechos 5:36,37). Aunque a
decir verdad y muy irónicamente el conflicto o debate teológico provenía de uno
que en nuestro espacio de tiempo fue también llamado el Galileo o Nazareno;
pero que en la eternidad celestial nunca dejó de ser Dios (Isaías
9:6); solo que en su
relación con los hombres se ocultaría como en los tiempos del tabernáculo
Mosaico detrás de un velo o cortina llamada carne (Hebreos 10:20), razón por lo que fue conocido como “el hijo del carpintero, el hijo de
José, o el hijo del hombre”.
1Gálatas 2. 14Pero
cuando vi que no andaban rectamente conforme a la
verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: …¿por qué obligas a
los gentiles a judaizar?
22Corintios 11. 20Pues toleráis si alguno os esclaviza…22¿Son hebreos? Yo también. ¿Son israelitas?
Yo también… 23¿Son ministros de Cristo? (Como si estuviera loco
hablo.) Yo más. (Véase también,
Gálatas 4:9,10)
3Hechos 5. 37Después de éste, se levantó Judas el
galileo, …y llevó en pos de sí a mucho pueblo. Pereció también él, y todos
los que le obedecían fueron dispersados.
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- Tras el Nazareno. I Pedro 2:21.
*Jesús quién es Dios (Isaías 9:6; I
Timoteo 3:16; 2 Corintios 5:19) en los días de su carne o de su velo (Hebreos 10:20); fue la aproximación más
cercana de Dios y su reino a los hombres sobre esta tierra (San Juan
14:8,9; I Juan 5:20; Lucas 17:20,21). *Véase. El misterio revelado (de la trinidad).
A
pesar de esto; era propósito divino que la carne, velo o disfraz (de aquel llamado de Nazaret o de Galilea)
confundiera a aquellos que sin saberlo darían cumplimiento al plan
establecido desde antes de la fundación del mundo.
I Pedro 1: 20,21.
La escritura es clara en señalar que
el propósito de su venida fue librar al hombre del
pecado manifiesto por el ministerio de
muerte, condenación y maldición ejercido por la ley (2 Co 3: 7,9; Ro 7:4; Gá 3:10) y para esto debió como hombre
y no como Dios hacerse así mismo esclavo o servidor de la circuncisión para
cumplir de este modo en él toda la ley. Mateo 5:17; Romanos 7:4; 10:4
Así pues, vemos
a Jesús siendo circuncidado y presentado conforme a la ley
(Lucas
2:21-23), guardando días de reposo, sacrificando la pascua o cena judía
establecida por Moisés (Éxodo 12:21), participando del bautismo en aguas, lo cual era simbólico como todo lo demás que se
encuentra detrás de la cruz, antes de que el nuevo pacto fuera sellado con su
sangre (Hebreos 9:22; 10:29) y por consiguiente entrara a regir Cristo Jesús
como Señor y Dios.
Jesús de Nazaret, no solo cumple la ley
con celo y perfección; sino que al llevar esa carga “una milla mas allá” logra
darle a la misma un nuevo y más profundo significado en el corazón del hombre (Mateo 5:21-48). Su gran apego por la ley, y el verle cumpliendo
con fidelidad cada una de las jotas y tildes dictadas por la ley (Mateo 5:18) logra despertar en
sus apóstoles la pasión hermosa de querer imitar al Dios perfecto; que, aunque
manifestado en carne; fue capaz de conquistar en su totalidad la ley, y así
cumplir todas y cada una de sus exigencias.
Por consiguiente, esta habría de ser
la motivación por la que los lideres de “la iglesia del Nazareno” hacen un
vehemente llamado a la totalidad del cristianismo de todos los tiempos para que
imiten su ejemplo, para que sigan sus pisadas, para que anden como él
anduvo (I Juan 2:6; 2
Juan 1; 9; I Pedro 2:21); y de esta manera puedan permanecer en esta su
nueva versión moderna y esclavizadora (2 Corintios 11:20-23;
11:5,13) de la ley y sus obras y a la que posteriormente se le llamaría “la
doctrina de los apóstoles” (Hechos 2: 42).
¿Y por qué no
habría de ser el modelo por imitar? ¿Cómo no quedar impactado de tanta
perfección? El fue el único perfecto que había caminado sobre esta tierra. ¡Sí! Jesús de Nazaret había absorbido la ley como ningún otro, había
aprendido, discutido (Lucas 2:46) y hasta
predicado ley; él era la ley caminando. ¡No había quién tuviese tal autoridad!
(Marcos
1:22).
Su mensaje, como el de Juan el bautista fue claro,
quién no cumpliera la ley del mismo modo que él lo hizo “debía ser castigado
con el infierno”. En otras palabras, Jesús en los días de su carne (Hebreos 5:7) no hizo más
que poner un peso mayor a la ley del que ya tenía (el cuál por
cierto era insoportable) con el propósito de que el hombre entendiera que
necesitaba algo superior. Esto es ¡la gracia de su amor!
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Ø Enamoramiento de la carne o del Dios echo carne.
Hebreos 10.19–20. Así que, hermanos, teniendo
libertad para entrar …por el camino nuevo y vivo que
él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne.
Juan 1. 1En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. 14Y aquel Verbo
(Dios) fue hecho carne (oculto o cubrió bajo un velo), y habitó entre nosotros
(y vimos su gloria, gloria - como del unigénito del Padre).
En la vida cristiana, debemos de enamorarnos de Jesús hombre, sólo para
luego conocer a JESÚS DIOS o Emanuel quien es Dios con nosotros
(Mt 1:23); de modo que conocemos primeramente la gloria del unigénito y su
obediencia perfecta, solo para luego entender que aquel verbo echo carne era
Dios, y que como Dios nos puede adjudicar el poder de la 1perfección en su sangre y el perfecto dominio
propio y pureza de su santidad a través de la nueva 2LEY
del Espíritu de vida o ley que nos impulsa, y que como una fuente que nos lleva
hacia una vida de abundancia en su gracia.
Todo lo cual es parte de un convenio nuevo, diferente y sobre todo
mejorado con el que el creyente es bendecido con la libertad que da la autoridad
del cielo y su poder. Un testamento nuevo y ratificado con el sello divino en
la sangre del Señor resucitado, entregándonos de este modo, el último y gran
Pacto con el que ahora se alcanza a toda la humanidad.
No debemos de olvidar que una vez su cuerpo fue traspasado por la 3lanza que 4rompió
o rasgo el velo que nos impedía ver la gloria de Dios fue por fin quitado permitiéndonos
por fin ver a cara descubierta la gloria del Dios por medio de quien y para
quién todas las cosas fueron creadas y en quien todas las cosas subsisten y
viven todo y todos por su poder EN ÉL.
Cuando el Señor exclamó en la cruz “consumado es” nos estaba indicando
que con su muerte y resurrección se abría la puerta por medio de la cual
entraría a regir el nuevo periodo en el que recibiríamos su herencia a través
nuevo testamento y el inicio de la dispensación de la gracia con la cual
podemos ser trasladados pre si gloriosa fe y eterno poder hasta los lugares
celestiales de su reino de luz.
En definitiva, con su testamento vendría también los beneficios de un Pacto
que haber sido establecido sobre 5mejores
promesas, también traería consigo la última y más grande revelación divina en
toda la historia de la humanidad al mundo gentil. Revelación, a través de la
cual recibiríamos por su infinita misericordia y gran amor el “novedoso evangelio de la gracia eterna y absoluta
del todopoderoso Dios.”
&*reemplazando
así (para nosotros), el evangelio del reino (a Israel) o de la circuncisión predicado
por Juan el Bautista; y continuado en completo apego y cumplimiento a la ley y
costumbres judías por Jesús de Nazaret (aún los días de su velo), y sus
discípulos en un mensaje dirigido por orden divina, 6sólo al pueblo de Israel.
& *…la predicación del reino (Mt. 24:24), que comenzó con Cristo en la tierra…quedó
interrumpida con la introducción de la iglesia; ahora se proclama la gracia de Dios…El evangelio de la gracia de Dios (Hechos 20:24) no es lo mismo que el evangelio del reino.
Diccionario de dificultades y aparentes
contradicciones bíblicas. Pg 154. Jhon W. Haley/Santiago Escuain. CLIE.
San Pablo hace un
fuerte hincapié en que en su mensaje a presentado a Cristo; y a este crucificado (I Corintios 2:1; Gálatas 3:1;
Romanos 5:16; 7:4); mientras que
otros en cambio andan presentando todavía al bello Cristo humano bajo la ley (el del
velo), y 3su evangelio del reino dirigido y limitado a la nación de
Israel y enseñado en conformidad con 4los
ritos y lavamientos de pecado por medio del agua (abluciones o bautismos para
limpieza de pecados).
El beneficio del Evangelio
del Reino para el pueblo de Israel bajo el Pacto de la ley no es el mismo que
para el pueblo gentil, puesto que (a pesar de tener su fuente de inspiración en
Jesús de Nazaret) al mezclar las enseñanzas de la ley con el Nuevo Pacto se convierte
en una
versión mejorada de la ley y del culto Mosaico, el cual sólo debería ser
practicado por Israel (al menos hasta que finalmente acepten el Nuevo Pacto de
gracia de Dios.
1Romanos 6:4,5; Gálatas 2:20; Efesios 2:6;
Colosenses 2:13; 3:1-4.
21 Corintios 2.16. Porque ¿quién conoció la mente
del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
3Mateo 5.17–20. No penséis que he venido para
abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir. Porque
de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una
tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que
cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a
los hombres, muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; más cualquiera
que los haga y los enseñe, éste será llamado grande en el reino de los cielos.
42 Corintios 11:4,5; Gálatas
1:6.
&AT.ÃEl evangelio antiguo del Reino &Vð NT. &ÄEl evangelio eterno de la gracia de Dios.
·
De Cristo os desligasteis, los que por la ley os justificáis; de la
gracia habéis caído. Gá. 5:4
En el Evangelio del Reino la ley alcanza su mayor brillo
y esplendor al invitar al creyente con la muy noble y bella, pero imposible
misión de imitar o igualar el logro alcanzado por el Único y Perfecto que como hombre pudo llevar acabo todas
las obras de cumplimiento obligatorio descritas en la ley por amor a un mundo
gentil que si recibiera su gracia. (Israel rechazó el nuevo pacto, pero al
final de los tiempos lo aceptará y el pacto entonces tendrá efecto en ellos). Deuteronomio 28:15; 2 Corintios
3:7,9; Santiago 2:10; Colosenses 2:14; Gálatas 2:21; 3:11,13; 5:4.
Romanos 11. 25Porque no quiero,
hermanos, que ignoréis este misterio, …que ha
acontecido a Israel endurecimiento…, hasta que haya entrado la plenitud de los
gentiles; 26y luego todo Israel será salvo.
Hebreos 8. Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel.
Después de aquellos días (Gran tribulación), dice el Señor:
Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré
a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo.
Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado,
para los judíos (seguidores del Evangelio del Reino
basado en la ley o circuncisión) ciertamente tropezadero 24más para los llamados (no éramos
el pueblo escogido por ser gentiles), …poder de Dios, y sabiduría de Dios. I Corintios 1:23, 24.
Para el apóstol
Pablo, nuestra salvación “no debería ser ligada en manera alguna a las obras;”
y esto a pesar de que las mismas irremediablemente
se han de manifestar en la vida del cristiano. De manera que nuestra salvación no es por obras,
pero sí para obras (Efesios 2:9,10); motivo suficiente
por lo que a su parecer; quienes no enseñaran de esta manera, habrían de ser
considerados como obreros fraudulentos que engañaban pretendiendo ser verdaderos apóstoles del Señor resucitado. (2 Corintios 11:13; Fil 3:2,3; Gálatas
2:9-14; 3:16,17; 5:12è Filipenses 3:18-20).
¡A tal extremo
afectaría esta situación a los creyentes de Galacia que Pablo les acusa de
haber caído en la necedad de querer alcanzar salvación a través de imitar el
modelo impuesto para Israel por Jesús bajo la ley! (Gálatas 3:1-3). Así encontramos a Juan -con toda buena intención- enseñando
todo aquello que vio y escucho (I Jn 1:3) hacer
a Jesús en los días de su debilidad humana y esclavitud (Lucas 2:22, 39; 24:44; Juan
15:25; Mateo 5:17; Romanos 7:4; Gálatas 2:9; Romanos 10:4);
¿La Salvación ha venido en carne o en espíritu?
…pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos
ciertamente tropezadero. I Corintios 1:23.
El apóstol Juan, columna
de la Iglesia judío-cristiana en Jerusalén afirma que todo aquel que niegue que
el Salvador, y por tanto la Salvación haya venido en carne o por la carne de un
judío (no en espíritu o espiritual) (2 Juan 1:9) está en
contra de Cristo, por lo que en definitiva es un anticristo.
Caso
opuesto es el que asume al apóstol Pablo, para quien aceptar que la salvación
llegara por la carne o mientras Jesús caminó en carne era una afirmación
contraria a la fe; razón
por la que hace un vehemente llamado para que el creyente gentil no se someta
bajo la autoridad de la doctrina de Juan el bautista, y del Nazareno (Hebreos 6:1), mientras este caminó en carne llevando el evangelio de la
circuncisión al pueblo de Israel.
La Salvación se alcanza entonces, solo hasta después
de la cruz; y a través del otro (Romanos 7:1-4); Aquel que con su resurrección ¡nos liberó de
la maldición del pecado y de la ley! (Gálatas 3:10;13)
…hermanos
míos, habéis
muerto a la ley mediante el cuerpo de Cristo (de Nazaret), para que seáis de otro, del que resucitó de los
muertos. Romanos 7:4. De manera que nosotros de aquí
en adelante a nadie conocemos según la carne; y aún si a Cristo lo conocimos según la carne (bajo la ley), ya no lo conocemos así. 2 Corintios 5:16.
Para
conocer al otro y su poder liberador, es necesario permitir que el hijo del
hombre sea primero crucificado en nuestras vidas, después de lo cual podremos
libres de prejuicios culturales y religiosos conocer y experimentar su
Evangelio de gracia y la fe salvadora del Cristo resucitado en nuestras vidas.
Lucas 24.
7…Es necesario
que el Hijo del Hombre…sea crucificado.
El
amor que hemos llegado a poner en el velo o carne no nos ha permitido entender
que la salvación y la sabiduría divina es recibida y experimentada en nuestro espíritu
ya que no se nos ha sido entregada en carne como a Israel.
El
creyente no puede y no debe pretender igualar la hazaña hecha por Jesús de Nazaret
en el cumplimiento de la ley; sus hijos deberían hoy recibir con fe y gratitud
su gran conquista vicaría con la que posicionalmente y por fe se nos ha
adjudicado su victoria.
Por
tanto, experimentamos su victoria en nuestras vidas cuando abrazados al otro,
al Cristo a aquel que como Dios se levantó con poder de la muerte, permitiéndonos
experimentar la gloria de su resurrección.
¡Oh Gálatas
insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la
verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado
claramente entre vosotros como crucificado? Gálatas 3:1.
Así que, hermanos, cuando, fui a vosotros…no fui con excelencia de
palabras…pues me propuse no saber
entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a este crucificado. I Corintios 1:23; 2:1,2.
2 Corintios 11. 2Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo...4Porque si viene alguno predicando a otro
Jesús (El siervo de la ley) que el
que os hemos predicado…u otro evangelio (El
del reino o circuncisión) que el que habéis aceptado, bien lo toleráis; 5y pienso que en nada he
sido inferior a aquellos grandes apóstoles.
&AT.ÃEl evangelio antiguo del Reino &Vð NT. &ÄEl evangelio eterno de la gracia de Dios.
Hechos 22.13.
vino a mí, y acercándose, me dijo: Hermano Saulo, recibe la vista…14…Y él dijo:
El Dios de nuestros padres te ha escogido para que conozcas su
voluntad, y veas al Justo, y oigas la voz de su boca.
·
Hebreos 6. 1Por tanto, dejando ya los rudimentos de la
doctrina de Cristo.
Con su evangelio recibido de la boca del
Padre, (No de hombre alguno; ni siquiera del “hijo
del hombre”) y de
Jesucristo resucitado (Gálatas 1:11,12; 1:1; 2 Corintios
12:1-6; Ro 2:16), se nos instruye que para poder crecer y alcanzar madurez; para lo cual el
creyente deberá abandonar o
soltar los rudimentos, o primeras enseñanzas básicas que recibimos acerca de la doctrina de Jesús de Nazaret, alcanzando
de este modo el rumbo correcto hacia la madurez y el perfeccionamiento que es
por la fe De Jesús o Cristo accionando en nuestras vidas y no por obras de
humana procedencia.
Hebreos 6.1Así que sigamos adelante
hasta llegar a ser adultos, dejando a un lado las primeras
enseñanzas acerca de Cristo (El del velo, el siervo). No volvamos
otra vez a las cosas básicas, como la conversión y el abandono de las
obras que llevan a la muerte, o como la fe en Dios, 2las enseñanzas sobre el bautismo, el
imponer las manos a los creyentes…3Es lo que haremos, si
Dios lo permite. Biblia Dios Habla
Hoy.
Es así como encontramos al muy amado apóstol
Santiago (columna de la Iglesia judía junto con, Pero y Juan) contendiendo
ardientemente por aquellas primeras enseñanzas básicas que aprendió de Cristo y
su evangelio del reino; y de confirmadad con esto Santiago afirma que: “Las obras por si solas 1si pueden salvar; Pero
la fe, si no esta acompañada de obras “no es suficiente.”
La salvación, por haber venido en carne y por
estar relacionada con la carne salvadora de Jesús, (vimos su ejemplo Santo y Perfecto)
no puede existir separada de las obras de la carne.
Basado en su Evangelio del reino, Santiago
juzga que una salvación sin obras es ¡Inexistente o muerta! (Santiago
2:20, 25,26). Por otro lado, el apóstol Pablo advierte que la salvación es una
bienaventuranza (Romanos
4:1-8) o regalo (Efesios
2:8,9); y que esta: No está de modo alguno 2ligada
a 3las obras; de modo que, todo aquel que quiera justificarse por obras “de Cristo se ha desligado”
Gálatas 5:4.
1Santiago 2. 24Vosotros
veis, pues, que el hombre ES JUSTIFICADO POR OBRAS,
y no solamente por la fe.
2Gálatas 2. 16sabiendo
que el hombre NO ES JUSTIFICADO POR LAS OBRAS…por
cuanto por las obras de la ley nadie será
justificado.
3Romanos 3. 28Concluimos,
pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de
la ley.
Con respecto a esta situación el apóstol Pablo aclara que para el creyente
neotestamentario recibir este “otro evangelio”
o versión moderna o actualizada de la ley enseñada inicialmente por Juan el Bautista,
continuada por Jesús de Nazaret y sus discípulos quienes llevaron
exclusivamente este evangelio a la casa de Israel. Por ser un evangelio nacido anterior a la cruz
y por estar ligado a la ley y las obras de la carne, una vez fue anunciado fuera
de Israel, fue considerado por el Apóstol Pablo como una falsificación del
evangelio verdadero de Cristo resucitado y por tanto bajo maldición.
Gálatas 1.6–9. Estoy maravillado
de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un
evangelio diferente. No
que haya otro (Para el mundo gentil), sino que hay algunos que os perturban y
quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel
del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como
antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno
os predica diferente evangelio del que habéis recibido (El de la gracia), sea
anatema.
Gálatas
1.11–13. Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es
según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por
revelación de Jesucristo. (De la voz de su boca. Hechos 22:14)
El evangelio de la circuncisión que los creyentes judíos continuaban llevando
a la nueva iglesia gentil (las iglesias fundadas bajo el ministro del apóstol Pablo)
no era más que una falsificación o ataque directo al Señor resucitado y su
Evangelio del Nuevo Pacto. Para el
Apóstol ellos predicaban a otro Cristo, al del velo, siguiendo el ejemplo maravilloso
del único perfecto, del Dios que en su carne fue capaz de cumplir toda la ley y
todas las obras que haya ningún ser humano ha podido, no podrá cumplir.
2 Corintios 11.3–6. Pero temo
que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de
alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo. Porque si viene
alguno predicando A OTRO JESÚS (El del velo) que el que os hemos predicado, o
si recibís otro espíritu que el que habéis recibido, U OTRO EVANGELIO que el
que habéis aceptado, bien lo toleráis; y pienso que EN NADA HE SIDO INFERIOR A
AQUELLOS GRANDES APÓSTOLES. (2 Corintios 2:17; 4:2,3).
Esta campaña dirigida a la nueva y creciente iglesia gentil provenía de
algunos que creyendo actuar correctamente imponían en su error la obediencia y práctica
de las obras de la ley y la observancia de sus ritos y lavamiento de pecados a
través del agua (abluciones) pertenecientes al pacto exclusivo hecho entre Dios
e Israel. ¡pervirtiendo estos con sus tácticas
y astucia la pureza del Espíritu de
gracia (Heb. 10:29) y la fe de Jesús con el cuál se ratificó el Nuevo y Eterno Pacto para
las naciones.
Gálatas 3.23Pero antes que viniese la fe, estábamos
confinados bajo la ley, encerrados para aquella fe que iba a ser revelada.
Gálatas 2. 20Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya
no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en
la fe del Hijo de Dios.
Romanos 3. 24siendo justificados gratuitamente por su
gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, 25a quien Dios
puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados
pasados, 26con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a
fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de
Jesús. 27¿Dónde, pues, está la jactancia? Queda
excluida. ¿Por cuál ley? ¿Por la de las obras? No, sino por la ley de la fe.
¡El mandamiento de la ley y su poder!
El
apóstol reconoce que los sacrificios y duro trato del cuerpo que estos hombres
se imponían sobre sí, innegablemente
contenía cierta reputación de “sabiduría en culto”, puesto que pretendía infligir obediencia a
través de preceptos tales como: No manejes, ni aún gustes, ni aun toques; pero que a la postre resultaban ser ineficaces en contra de los apetitos de la carne. Colosenses 2:20-23; Hebreos 9:9,10; I Timoteo 4:6; Romanos
10:2-4; I Corintios 3:1.
Este tema es tocado
a profundidad en su carta a los romanos en donde da por un hecho que el mandamiento trae malicia; por lo que “revive
el pecado” (Romanos
7:7,8). Caso contrario nos ha
sucedido a nosotros que por no estar esclavizados bajo la ley; la gracia ha de producir
la obediencia que proviene de un corazón agradecido (I Corintios 6:12; Tito 1:11,12). No así la ley, que, por ser condenatoria, ha
de producir creyentes que al estar bajo sentencia de culpabilidad se someten “más
por temor” que por amor. Romanos 4:15; 5:13; 10:4; I Juan
4:18.
&AT.ÃEl evangelio antiguo del Reino &Vð NT. &ÄEl evangelio eterno de la gracia de Dios.
·
Los 12.
El mundo cristiano judío creció a la sombra de
aquellos que fueron llamados al
apostolado antes de la cruz, y por tanto bajo la dispensación de la ley. Sus tres líderes: Pedro, Jacobo y Juan, considerados
columnas (Gálatas 2:9) les condujeron bajo un celo que fue tan ardiente y tan
“santo” como esclavizante.
Esta, totalmente actualizada y renovada versión
moderna de la ley” (Hechos 15:5; 21:20), la cual seguiría conservando
gran parte de las ceremonias y ritos como:
1-
La circuncisión religiosa carnal “y no
según su correcta aplicación espiritual en la que nuestro cuerpo de pecado ha
sido desechado por el bautismo en la muerte de Cristo. (Hechos 15:1; Gálatas
2:3; Hechos 16:3).
2-
Continuaron la práctica de la pascua o cena Judía sin discernimiento del significado espiritual correcto
y sin acabar de comprender su aplicación espiritual bajo la gracia del nuevo
pacto. (Lucas 22:20; San Juan
6:51,55,54,58; I Co 5:6-8; 10:14-22; 11:27-32).
3-
Práctica e institución obligatoria del bautismo en aguas, sin reconocer y en total menosprecio al valor y significado del
bautismo nuevo con el que el Espíritu nos bautiza en el cuerpo de Cristo
sepultando nuestro pecado y resucitándonos con Él a una vida nueva de libertad
y bendición. (Hechos 2:41; 8:12, 36ç&èMateo 3:11;
Efesios 4:5; Hebreos 6:1-3; Hechos 11:16; I Corintios 1:14-17) etc. * Véase,
material escrito sobre ambos temas.
No es de
extrañar que Jesús después de su resurrección; se presentara ante sus
discípulos para reprocharles fuertemente la incredulidad que después de tres años todavía
persistía en forma de dureza e incertidumbre en sus corazones.
Y no solo esto, si no que antes de su
partida: Jesús se ve obligado a hacer inminentes esfuerzos por persuadirles a creer en él; enseñándoles para esto
desde Moisés, y por todas las escrituras lo que de él decían. (Lucas
24:25-27).
Mateo consigna, como aún momentos antes de su ascensión, y a pesar de todo el
esfuerzo hecho por el Señor por convencerles; en algunos de sus apóstoles todavía persistía la duda (Mateo 28:16,17). Fue en medio de este ambiente de incredulidad e
incertidumbre que Jesús hizo muchas otras cosas enfrente de sus apóstoles (Juan 21:25) con la esperanza de finalizar el
discipulado inconcluso -por la falta de comprensión
a su mensaje- (San Juan
16:7,12) y de este modo asegurarse que la tarea encomendada – hacia su
pueblo escogido- fuese cumplida a perfección.
Entonces él les
dijo: ¡Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas
han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara
en su gloria? Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les
declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían. Lucas 24.25–27.
Juan 21.25 Y hay
también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales, si se escribieran una
por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de
escribir. Amén.
Juan 16.12. Aún
tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar.
Mateo 28.16–17.
Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte donde Jesús les había
ordenado. Y cuando le vieron, le adoraron;
pero algunos dudaban.
Acaso, le habrán adorado con o por miedo ¿puede uno
adorar a aquel del cual se duda y no terminamos de creer?
Es en este
trasfondo de duda, temor e incredulidad en que Jesús, ahora como Dios se dirige
a sus amigos dándoles instrucciones precisas que se han de llevar a cabo bajo
el recién inaugurado pacto.
El doctor Lucas fiel ayudante del apóstol Pablo (Colosenses 4:14; 2 Timoteo
4:11; Filemón 24; *Lucas 1:1) nos indica con toda claridad de como Jesús-Resucitado momentos
antes de su alzamiento, da nuevas y precisas instrucciones acerca del bautismo
diciendo: Juan ciertamente bautizó (pasado)ï con agua, MAS vosotros ðseréis
bautizados (futuro) con el Espíritu Santo (Hechos
1:5).
Es también Lucas quien hace mención de como Pedro; después de haber llevado miles a las aguas
y haber continuado así con el requerimiento del evangelio judío del *bautismo (Hechos
2:41), al presenciar el bautismo verdadero
impartido por el Espíritu Santo entre los gentiles, reconoce su desinterés y
falta de atención a las instrucciones
finales dadas por el Señor resucitado al confesar este lo siguiente: Entonces me acordé de lo dicho por el Señor, cuando dijo:
Juan ciertamente
bautizóÃ en agua, V& más vosotros Ä-seréis bautizados- con el Espíritu Santo. Hechos 11:16. *Véase,
$El bautismo del Espíritu Santo.
.
Yo a la verdad os he
bautizado con agua; pero
él os bautizará con Espíritu Santo. Marcos 1:8
Evidentemente,
el gran esfuerzo hecho por Jesús (después de su resurrección) por reprogramar la mente de aquellos que le
habían visto guardando la ley y prácticas judías tan celosamente ¡fue en vano! A tal
extremo, que las llaves del Reino -una vez entregadas a Pedro y a los suyos-
estaban a punto ¡de cambiar a nuevas manos!
Conocer a Jesús tan de cerca, verle predicar la ley y guardar sus enseñanzas;
su circuncisión, su bautizado; haber visto de primera mano como hizo todas las
cosas meticulosamente por tres años era una impresión suficientemente clara en
la mente de sus discípulos como para que ahora, Aquél que estaba a punto de
ascender al cielo de un pronto a otro quisiera cambiar las instrucciones del
evangelio que por tantos años había practicado.
Para ver, presione el enlace: Bautismo en aguas Vs. El bautismo en el Espíritu Santo
Véase también. La Santa Cena (Principio y fin de los símbolos) Parte N.1.
El siguiente material se encuentra todavía en su etapa de producción y edición; cualquier observación que pueda ser utilizada en la corrección y mejora de tan importante tema doctrinal, sírvase hacerla a: miltonalonso@hotmail.com
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