YASHÁ: El RÍO QUE NO PIDE ALTARES
Yashá: El Río Que No Pide Altares. Por. Milton Alonso Granados Imagina un desierto sin fin, donde un alma sedienta clama en la penumbra. De pronto, una luz violeta, suave como un susurro, fluye como un río secreto. Esa corriente invisible acaricia cuerpos quebrados, libera corazones oprimidos y siembra paz en espíritus inquietos. Ese río tiene un nombre: Yashá. No es un dios lejano ni un ídolo de piedra, sino un verbo vivo. No pide altares, incienso o sacrificios. Solo un corazón dispuesto a abrirse. En tiempos antiguos, cuando los líderes cantaban en soledad, los visionarios alzaban su voz en las plazas y los exiliados soñaban junto a los ríos, todos invocaban a Yashá. No lo buscaban para borrar culpas, sino para liberar de todo mal: la fiebre que consumía, la opresión que aplastaba, el caos que quebraba el alma. Yashá era refugio y fuerza, acción pura que restauraba sin exigir nada a cambio. Era amor en movimiento: el abrazo que sostiene, la mano que...